Montse nos regala un testimonio breve pero devastador sobre su horrible experiencia con uno de los métodos anticonceptivos más controvertidos.
Soy Montse, tengo 54 años y he sido víctima de violencia ginecológica y del método anticonceptivo Essure.
Yo sólo quería una ligadura de trompas para no tener más hijos, pero me recomendaron el método Essure. Me lo ofrecieron como si fuera un diamante y resultó ser una bomba de relojería. Para cuando quise darme cuenta, ya estaba dentro de mi cuerpo, envenenándolo todo.
Me ocultaron sus componentes, todos tóxicos (metales pesados, fibras PET, etc…). Y, a consecuencia de ello, hoy estoy enferma y mi vida es un calvario. Por si fuera poco, tengo que aguantar que se me humille en las consultas médicas. Que me digan que somatizo y me deriven al psiquiatra.
Para extraer los Essure me han tenido que quitar las trompas de Falopio y el útero estando totalmente sanos. Ahora tengo metástasis ganglionar sin origen (ni de mama ni de piel) y muchas otras patologías que me han provocado fibromialgia, fatiga crónica, síndrome de sensibilidad nerviosa central, síndrome de sensibilidad química múltiple y otras muchas como efecto secundario de la quimioterapia.
Estoy psicológicamente hundida. He perdido mi salud, mi trabajo, mi pareja. Essure me ha destrozado la vida.
Termino con este consejo: no dejéis que introduzcan nada tóxico en vuestro cuerpo. Nunca.
Texto: Montse
